Reflexiones desde un punto de vista personalista comunitario.

Estamos celebrando el nacimiento de Jesús todos los días, y esto es un don, por ello nos preparamos pidiendo lo que no tenemos: la profundidad, la comprensión integral de lo que va a suceder, de lo que está sucediendo.

Lo que está sucediendo

Observamos lo que está sucediendo en nuestra vida ordinaria y al lado nuestro: familias sin hogar, con falta de alimentos, con falta de acogida, de conocimiento de lo que viven, niños que nacen en la pobreza, padres que se afanan por dar de comer y que a sus hijos nos les falte lo necesario, de emigrantes que no encuentran acogida, personas que están en un país que no es el suyo, dificultad de comunicación por falta de conocimiento del español, aislamiento y temor por ser rechazados, vida en ocultación porque están sin papeles, inseguridad ante el futuro, dificultades de relación, falta de conocer su historia, su éxodo de los pueblos, países del que proceden, la explotación por la mafias, el sufrimiento por alejamiento de sus seres queridos, esposas, hijos, familia, amigos, y a mujeres solas con sus niños que han sido abandonadas por sus maridos. Y a esto le sumamos el sufrimiento por el Covid del que hemos reflexionado a lo largo de este adviento de una forma especial.

Una de las grandes lecciones de esta pandemia es, para mí, lo fácil que resulta instaurar un régimen totalitario. Todavía no se me ha ido el pasmo al comprobar con qué facilidad renunciamos a derechos fundamentales por el miedo, la culpa, o el señalamiento social como disidente insolidario. Lo más aterrador de esta concienciación de la enorme fragilidad humana ya no es lo que nos está pasando, es, sobre todo, lo que personas poderosas, desorientadas humanamente y sin escrúpulos, podrán hacer con nosotros en un futuro muy cercano.

De barro

Tú brotaste, Señor, de nuestra tierra,
de las entrañas de la tierra,
de esta tierra de pan y barro,
de amores que se quiebran
y de esperanzas que renacen siempre.
Tú eres de nuestro barro…
y de la pura atmósfera de arriba.
Y nos trajiste la más grande profecía.

En la Hélade clásica de los poetas y de los cantores ser griego, más allá de la genética o la demótica, consistía sobre todo en amar los textos homéricos. Homero era para los griegos lo que (salvadas todas las distancias) Maradona fue a la “república meramente Argentina”, que dijera Borges. A Borges no le dieron finalmente el premio Nobel de literatura, como tampoco se lo concedieron, sino todo lo contrario, a Hölderlin, que creía ser un antiguo ateniense trasplantado a Alemania, luego de lo cual enloqueció y hubo de ser internado en una clínica. Este amigo y compañero de juventud de Hegel y Schelling, este alumno de Fichte y de Schiller, tras de ser declarado enfermo incurable, fue puesto en mayo de 1807 al cuidado de un ebanista de la misma ciudad, Zimmer, sustantivo neutro que curiosamente quiere decir “habitación” en alemán, entusiasta lector del Hiperión, por lo cual acogió en su casa al poeta maestro enloquecido, cuidado por la propia familia del ebanista cuando éste murió, haciéndose cargo la madre del poeta de sus gastos de manutención.

La tendencia posmoderna, con su increíble furor uterino, hystéricon, es decir, histérico, y me estoy refiriendo ahora al sindicato de estudiantes de la Escuela de Estudios Orientales de la Universidad de Londres, está pidiendo a voz en grito desde hace algún tiempo que sean quemados los libros de Platón, Descartes y Kant por hacer sido ellos racistas y colonialistas. Seguramente el próximo paso de este vandalismo será desollar y empalar a los autores vivos que tengan algo que ver con Platón, Descartes y Kant. Pobre de mi trasero, dicho sea de paso, en cuya defensa me atrevería a musitar que, si tanta prisa tienen por pasar a la acción, que lo hagan después de haber alcanzado el nivel de pensamiento de Platón, Descartes y Kant. Y como esto va a llevarles unos cuantos milenios, mi trasero podrá descansar tranquilo, algo habríamos ganado.

Conferencia de Antonio Calvo

Subcategorías

Artículos y debate sobre la crisis del COVID-19