Juan Manuel Burgos

• Colección Persona, nº 18, 2006
• ISBN: 978-84-95334-96-1
• Páginas: 177

“El presente libro está escrito con un doble objetivo que se autoalimenta: ofrecer una perspectiva general del pensamiento de Maritain y desbloquear el mecanismo que ha traído consigo la pérdida –no sólo en España, sino también en otros países de habla española- de uno de los intelectuales católicos más importantes del siglo XX. Y eso supone, fundamentalmente, desmontar la tesis de los “dos” Maritain. Esta teoría contiene un elemento verdadero: el pensamiento de Maritain evolucionó; pero esta evolución – y ahí está el quid de la cuestión-, fue orgánica y armónica, y nunca le condujo a posiciones dispares ni mucho menos opuestas o contradictorias, como un Maritain ortodoxo y uno liberal y cercano a la heterodoxia. Maritain, partiendo de un confuso marco intelectual en su juventud, se determinó a sí mismo con el paso de los años unos patrones intelectuales muy definidos que mantuvo con firmeza a lo largo de su vida, si bien dentro de las oscilaciones y modificaciones normales en una dilatada existencia que, además, se implicó a fondo en las luchas de sus contemporáneos. Conocer esos patrones, esas claves que enmarcan y definen su identidad intelectual es fundamental para poder interpretar adecuadamente su pensamiento y superar la tesis, persistente, pero injusta de los “dos” periodos. A lograr ese objetivo hemos dedicado la primera parte de este libro.

La segunda parte es temática pero está estrechamente entrelazada con la primera. Por un lado, se estudian algunos aspectos especialmente importantes de la época de creatividad maritainiana –el mensaje de Humanismo integral, su filosofía política, los rasgos esenciales de su antropología, etc.- lo que permite conocer con más profundidad su pensamiento; además, se pone de relieve que esa creatividad es plenamente ortodoxa en relación con el pensamiento cristiano; y, por último, se profundiza en tesis específicas planteadas en la I parte como, por ejemplo, las características del tomismo maritainiano. Como, por supuesto, no se trata de un texto hagiográfico, mostraremos, cuando nos parezca razonable o necesario, lo que consideramos debilidades o fracturas en su pensamiento”.