Los cristianos de Oriente Medio han permanecido 14 siglos bajo el régimen islámico. En el mejor de los casos han sido tolerados, pero en en muchos periodos han sufrido persecuciones y han resistido, orgullosos de su fe, a pesar de ser una minoría frecuentemente acosada. Asombrosamente, en este siglo que proclama los derechos humanos y la protección de las minorías los cristianos de Oriente pueden desaparecer ante nuestros ojos.

Después de dos milenios hay todavía 15 de millones de cristianos en la región a quienes la intolerancia, la discriminación y la persecución los empuja al exilio. Miles de ellos han sido masacrados en los últimos años, cientos de miles expulsados de su tierra nativa y los que quedan se sienten amenazados y se preguntan si hay un futuro para sus hijos.

Ante la pasividad de Occidente, la defensa de la minoría cristiana y de otras minorías religiosas en Oriente Medio es una causa que espera sus abogados. Tal vez, como ha dicho un escritor francés, son demasiado árabes para la derecha y demasiado cristianos para la izquierda, pero ese estrabismo que necesita una etiqueta para defender a las víctimas no debe contagiarnos. Cristianos, yazidies y otras minorías religiosas son personas antes que nada, víctimas del afán sanguinario del extremismo islamista, del despotismo de los gobiernos de Oriente Medio y de la insensibilidad de Occidente.

Desde aquí, ofreciendo el número especial de Acontecimiento sobre los cristianos perseguidos en Oriente Medio, queremos invitar a todos los lectores a la solidaridad con todos ellos, reclamando que sean reconocidos como ciudadanos de pleno derecho y puedan vivir en paz y libertad.

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Acontecimiento nº 121

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