Actividad

Persona y libertad (Luis María Salazar)

Aulas de Verano del Instituto Emmanuel Mounier

El segundo día de las Aulas, Luis María Salazar, Dr. Teología con una tesis sobre la antropología de Ruiz de la Peña, disertó sobre el tema “Persona y libertad”, destacando que el hombre es un misterio para sí mismo. Como Ruiz de la Peña nos enseña, debemos preguntarnos no sólo qué es el hombre sino también quién es el hombre.

 

El hombre no es sólo objeto, sino también sujeto, es una persona, lo que quiere decir que:

  1. El individuo humano concreto, cada persona, tiene un valor absoluto. Esto es, los seres humanos no son dignos en tanto que útiles, sino que lo son de forma absoluta. La dignidad se puede tomar como punto de partida y como misión. Esta dignidad incondicional, amenazada desde dentro y desde fuera por tantas causas, se convierte en una tarea, conquista.
  2. La persona es libre, decide quién va a ser. Tenemos numerosos condicionamientos que nos impiden hacer lo que nos dé la gana, pero estos condicionamientos son también la posibilidad de ser libres. La libertad es respuesta a una realidad previa, en última instancia es respuesta a Dios. La plenitud del ser humano no es sólo hacer el bien, sino hacerlo libremente. La libertad personal nos constituye como personas, cuando elegimos algo nos estamos eligiendo a nosotros mismos. Incluso si no elijo nada para no cerrar posibilidades también estoy haciendo una elección.
  3. La persona afirma su identidad. Es la idea de personalizar las cosas, para expresar su identidad única. Los seres humanos no somos intercambiables.
  4. La apertura relacional, finalmente, nos hacer abrirnos a los otros. En último término es apertura hacia la realidad absoluta, Dios. Zubiri distingue el problema teológico (que parte de la revelación, terreno de los creyentes), del teologal: constitución humana abierta a la realidad absoluta. Sin embargo nuestro ámbito de relación más importante es con las demás personas. La tentación muchas veces es tratar a las personas como cosas, no reconocer en ellas un tú.

Su intervención, brillante y con gran sentido pedagógico, animó a un diálogo vivo, que dejó a los participantes con deseo de profundizar más, para lo cual remitimos a su libro “Personas por Amor”, publicado por la Fundación E. Mounier.