COVID19: Paradojas de ser blando - Alfredo Villafranca Quinto

Serán peras o manzanas pero algo invisible llegó y puso todo en su lugar. De repente la gasolina bajó, la contaminación bajó, las personas pasaron a tener más tiempo, tanto tiempo que no saben qué hacer con el, los papás están con los hijos en familia, el trabajo dejó de ser prioridad, los viajes y la vida social también. De repente silenciosamente vemos dentro de nosotros mismos y entendemos el valor de la palabra solidaridad, amor, fuerza, empatía y fe.

En un instante nos dimos cuenta de que estamos todos en el mismo barco, ricos y pobres, que los estantes del supermercado están vacíos y los hospitales llenos y que el dinero y los seguros médicos ya no tienen importancia, porque los hospitales privados son los primeros en cerrar. En las cocheras están parados igualmente carros nuevos y carros viejos, simplemente porque nadie puede salir.

Las calles vacías, menos contaminación, el aire limpio, la tierra también respira. El humano vuelve a sus orígenes, a darse cuenta de que, con o sin dinero, lo importante es sobrevivir. Tener la certeza de que la salud es lo principal, aun a pesar del querer tener o de poseer.

Bastaron seis días para que el universo estableciera la igualdad social que se decía ser imposible.

El miedo invadió a todos.

Que por lo menos esto sirva para darnos cuenta de la vulnerabilidad del ser humano.

Qué sabia la naturaleza (hipotéticamente) que, al ver lo que fuimos haciendo de ella, decidió por propia mano limpiar el desorden hecho por nosotros mismos.

Nuestros dioses derrocados:

  • Dinero
  • Fútbol
  • Diversión
  • Política

Lo que nos enseña el coronavirus:

  • Nuestra mejor protección: LA ESPIRITUALIDAD
  • Nuestro mejor refugio: EL HOGAR
  • Nuestra mejor compañía: LA FAMILIA
  • Nuestro tiempo real: HOY
  • El llamado de la naturaleza: DETENERNOS
  • Su mensaje: ESPERAR, RESPETAR

No somos dioses, no somos reyes, no tenemos el poder y el control de todo.

Somos parte de un todo, una parte frágil, quebrantable y vulnerable.

Parte de un todo al que quisimos dominar y que hoy nos dice:

Detente, respira, respeta.

Vuelve a lo básico, a lo esencial, que la paz de tu alma te guíe hacia lo que eres...