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Nota de la Fundación Emmanuel Mounier en su campaña de captación de voluntarios

“Al día siguiente, martes, el voluntario se dirigió a dicha dirección. En la puerta de aquella casa había un cartelito: “Asociación de involuntarios”, piso segundo, derecha. Estuvo a punto de marcharse confundido pero le ganó la curiosidad y subió. En recepción una muchachita estaba poniéndose el abrigo. “Hola, eres nuevo, ¿no? Aquí tienes un prospecto de la asociación”. Ella se fue. Por la sala de recepción cruzaban, entraban y salían jóvenes y maduros de distinta carrocería. Leyó: “Asociación de involuntarios. Fundación de la unión de agrupaciones de servicio social. Nuestro objetivo es ofrecer un campo de actividades a todos aquellos jóvenes o adultos inquietos que quieran hacer algo (pero no demasiado) en su vida. Esta asociación cuenta con sala de revistas, videoteca, sala de reuniones informales... No hay horario fijo ni reglamento concreto. Puede usted venir cuando le apetezca y comprometerse en la actividad que usted elija, aunque luego sus múltiples ocupaciones y contactos no le permitan llevar a cabo su compromiso. Las ventajas de esta asociación son: que usted se sentirá realizado y que no dejará empantanada la acción de las organizaciones que se baten el cobre por causas serias en defensa de los desfavorecidos (robados) de la fortuna (los poderosos). Posibles actividades que le ofrecemos...”. Al voluntario no le pareció mal la idea e iba a ponerse a elegir una actividad entre la amplia lista. Pero en aquel momento miró el reloj. “¡Uy!, las 7 y media. Hoy transmiten el partido Oviedo contra Osasuna. Y salió, involuntariamente, corriendo”. (Luis Enrique Hernández: Buscar a Dios con los pies en la tierra. Editorial Mounier, Madrid, 2021").