Actividad

Consecuencias culturales de la crisis (Emilio Andreu, RNE)

Aulas de Verano del Instituto Emmanuel Mounier

Dentro de las XIX Aulas de Verano del Instituto Emmanuel Mounier el periodista de RNE, Emilio Andreu ha desarrollado una conferencia sobre las consecuencias culturales de la crisis.

El conferenciante recordó los titulares de prensa del 11 de octubre de 2008: “El pánico hunde las bolsas”, “Caos en la bolsa”, “Debacle bursátil”, “El IBEX sufre la mayor caída de su historia”, etc.

Esta crisis, más grave de lo que se dijo, tiene paralelismos con la de 1929, tales como que viene precedida de fuertes subidas de índices bursátiles y originada en el sistema financiero de Estados Unidos; y diferencias como la más rápida reacción de los gobiernos, y que ésta es multilateral.

Emilio Andreu puso de manifiesto la importancia de la industria cultural, que ocupa a casi 6 millones de trabajadores en USA, y a más de 5 en Europa, representando el 2,7% de su PIB. En España ocupa a un millón de trabajadores y representa el 5% de su PIB, en cuanto a las industrias culturales clásicas, pero si se suman videojuegos, diseño, moda, etc. Llegaría al 7% del PIB. El gobierno cree que será un elemento fundamental para el cambio del modelo productivo.

De entre las consecuencias que el periodista Andreu considera que traerá la crisis económica en el mundo cultural destacó:

• Intentos de mordaza y censura para que la prensa no informe de la gravedad de la crisis y para que no emplee palabras como “pánico”, “miedo”, “caos”, etc. Sin olvidar que los medios de comunicación son empresas y la libertad de expresión es del propietario, pero existiendo un poder fáctico en la cumbre que son los anunciantes.

• La caída de la inversión publicitaria en un 30%, que afecta, más o menos, a todos los medios, lo que lleva consigo reducción de gastos y de salarios en algunos casos, más de 2.300 periodistas despedidos desde junio de 2008, sin contar con los 4.150 prejubilados de RTVE.

• Las campañas para devolver la confianza en el sistema financiero y afianzar que la cultura esté al servicio del dinero y del fundamentalismo del mercado.

E. Andreu afirmó que de esta crisis se saldrá como de las anteriores, pero, se pregunta, ¿cómo se saldrá? Él piensa que con una mayor dosis de individualismo, más deslegitimación de lo público y menos confianza en la democracia.

Sería adecuado hacer una democracia pluralista mundial, en la que participen los países del Tercer Mundo para gestionar lo que les afecte y lo que afecta a todos, pero no parece ir por ahí lo que se está haciendo.